20 Si os encontráis bien vosotros y vuestros hijos, y vuestros asuntos
van conforme a vuestros deseos, damos por ello rendidas gracias.
21 En cuanto a mí, me encuentro postrado sin fuerza en mi lecho, con
un amistoso recuerdo de vosotros. A mi vuelta de las regiones de
Persia,
contraje una molesta enfermedad y he considerado necesario preocuparme
de vuestra seguridad común.
22 No desespero de mi situación, antes bien tengo grandes esperanzas
de salir de esta enfermedad;